sábado, 27 de abril de 2019

Huellas

El siguiente poema, si así se me permite decir, lo escribí el 18 de Octubre de 2018, en mi cama, a oscuras de esa madrugada (03:28 a.m) y lo guardé en las notas de mi viejo celular. Como tantos otros, éste habla de tristeza, de sentirse mal, porque a veces hay que permitirse caer pero nunca rendirse. Alguna vez lo expresé, la poesía es mi manera de hablar sin emitir palabra. Es mi catarsis, por lo general, nocturna, como en este preciso momento. No lo titulé, pero lo llamaré "Huellas", como empieza:

Huellas en su interior,
profundas se hicieron, 
quebrando su aliento, 
dejándolo muerto.

Se acumulan en el centro,
empujando su pecho,
haciendo de su respirar
todo un tormento.

Deseando muchas cosas,
viendo a los demás.
Deseando por veces
no tener que desear.

Mirando a lo lejos,
esperando cambiar,
cambiar por un momento,
sin tener que soñar.

Esas grietas divisorias,
ESAS que tanto odias,
se mantienen por años
esperando culminar.

Y la vida mientras pasa
inflexible y a toda velocidad
dejándote relegado
viviendo por la mitad.

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