domingo, 2 de octubre de 2016

Mientras, pasa el tiempo aquí...

Qué hace una persona a estas horas de la madrugada despierta?. Varias son las respuestas. Algunos tienen el mal hábito de dormirse cuando hay que levantarse; otro que está trabajando; el estudiante que prepara su examen; la mamá que escuchó llorar a su bebé y se levantó a calmarlo; el desvelado que relojea redes y se pierde en ellas; el que decidió actualizarse con su serie favorita: el trabajador responsable que debe entregar su trabajo y ultima detalles; los enamorados que se cuentan y proyectan su futuro: los cantantes yendo de un punto del país a otro; y así infinidad de situaciones que se dan a un mismo tiempo y diferentes entre sí, en lugares y contextos diversos.
De hecho yo a esta hora (3:11 am) estoy escribiendo no sé bien qué pero lo estoy haciendo. 
Pienso que en otros lugares en estos momentos el sol brilla y ya es de día, que mientras todos aquí, en esta parte del planeta, allí debajo de todos, descansamos (o deberíamos) hay quienes se enfrentan al nuevo día.
Porque el espacio y el tiempo es relativo, como todo en la vida. 
El espacio más chico en metros será el más grande por como nos hace sentir. El más deseado de los lugares no será físico sino uno que viene acompañado de esfuerzo y sacrificio. Cuántos decimos a diario quiero estar en su lugar, quiero llegar ahí. Pero ahí no es la tarima donde das el discurso de agradecimiento o donde te entregan el diploma...Ahí es un concepto abstracto. Ese lugar, ese espacio reducido, decorado es la culminación de una construcción de deseos, esfuerzos y dedicación. Los cimientos de ese espacio no físico.
Y el tiempo es más relativo aún. Los minutos vuelan pero son siempre iguales. Las horas se repiten y regresan a su inicio y es todo un eterno círculo al que caemos en todo momento.
Los segundos que componen minutos y éstos que programan horas para derribar días que se agrupan de a siete y vuelve a comenzar. Los días en cuatro semanas culminan un mes para darle la bienvenida a otro que tendrá o no la suerte de contar con un miembro más en su semana. 
Y mientras nosotros atados al tiempo que pasa y retoma y nos deja atrás.
Pero como todo lo relativo dependerá del contexto para verificar cuán bueno ha sido con nosotros. Un año no será mucho tiempo pasado si ha tenido en su vida un bebé. Pero diremos que un año en una relación es casi considerarla estable "en los tiempos que corren". 
La edad que resulta el árbitro para juzgar cómo ha pasado el tiempo será la suficiente o no depende para qué. Si me quiero ir 10 años no parecen ser los correctos, no lo son. Pero sí para hacer las tareas escolares sola, para lograr esa independencia que a esa edad no pretendo. 
La mayoría de edad es algo muy indeterminado. Los 18 es el número clave parece. Si los comparo con el tiempo vivido no parece demasiado y verán que al mismo tiempo sí. Casi dos décadas que si se computan en un trabajo es más días de vacaciones y ni hablar si de matrimonio se trata. Veinte años con otra persona es todo un número quizás más de los que se tenía cuando la gente se casaba y abandonaba el hogar. China es un ejemplo de ello pero Argentina no fue menos.
En definitiva un segundo es pasado y lo dejé atrás después de escribir esta última letra y siempre nos van a faltar segundos en nuestras vidas porque nunca ni el tiempo será suficiente ni el espacio será algo que pueda tocar.

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