Como alguna vez escribí mi blog fue creado para contar historias, cualquiera y hoy hay una para contar que envuelve muchas otras, todas tristemente con un final inesperado, antes de tiempo y en manos de quienes nos han visto por años como seres inferiores y con base a ello han cometido atroces asesinatos.
Es por ese lamentable motivo que hoy escribo porque se lleva a cabo una vez más una marcha de #NiUnaMenos con el propósito de que acaben los femicidios y la violencia de género porque #VivasNosQueremos. Parece increíble que hayamos llegado a este punto de tener que pedir sólo vivir o vivir y salir tranquilas sin el temor inminente de que nos pueda pasar algo.Pero claro y peor aún el miedo no sólo aparece respecto de aquellos extraños con mentes perversas, a veces y en muchos de los casos de los que tenemos noticias y tantos otros de los que no se visibilizan estas mujeres fueron víctimas de sus propias parejas, de quienes se llaman hombres y actúan cobardemente golpeando, violando, matando y hasta escondiendo sus cuerpos como si no se tratara de una persona sino tan sólo de un objeto desechable, que se usó y luego se tira, ahí con la basura, con los restos que ya nadie quiere.
Detrás de todas estas tristes noticias que llenan titulares de noticieros y diarios hay personas, con historias y familias. Historias que ni siquiera llegaron a escribirse porque un inmundo, alguien que no merece nada, decidió tomar su vida y terminar con ella. Y las familias desesperadas que buscaron intensamente a sus hijas, hermanas, amigas, sobrinas, etc el único consuelo que les queda es ver tras las rejas a los asesinos y que por fin se haga justicia y con ella una paz que no es tal pero a la que se espera algún día llegar.
Muchos son los ejemplos, muchas las mujeres que ya no están; Marita Verón salió de su casa y nunca más se la volvió a ver; Érica Soriano nunca fue encontrada y su pareja es el principal sospechoso de la muerte y desaparición de su cuerpo; Ángeles Rawson volvía de su colegio y días más tardes la encontraron envuelta en una bolsa de consorcio que había sido arrojada en un container de basura y posteriormente un empleado encontró su cuerpo en una cinta junto con un montón de restos de basura; y la más reciente Lucia, drogada, violada y asesinada.
Pero ellas no fueron las únicas. Lamentablemente algunos nombres se pierden porque todos los días hay nuevos casos y más brutales aún. Y hasta eso es injusto. Que una muerte sea desplazada por otra porque ninguna debió pasar. Todas deberían estar vivas, con sus seres queridos y cumpliendo metas. Siendo mujeres libres sin miedo a vivir.
Hoy seguramente murmurarán pensamientos machistas, retrógrados, arcaicos en contra de la marcha. Estarán los quejosos de siempre minimizando la cuestión y los hipócritas que alzan sus voces a favor mientras degradan, discriminan y excluyen a personas por su orientación sexual y autopercepción con un género distinto al sexo biológico por el otro lado. Seguirán reclamando que la comida esté hecha a tal horario y la casa impecable, que se ocupen de los hijos porque él trae el "pan a la mesa" y llega cansado como para realizar una tarea que es propia de la mujer. (Todavía sigo en la búsqueda por encontrar en qué parte de la vida, de escritos antiguos, esas tareas son exclusivas de nosotras).
Está tan enraizado la idea de mujeres en la cocina y hombres afuera que hasta nuestras pares son más machistas que los propios hombres aunque parezca ilógico e incoherente. Y claro es muy difícil dejar atrás siglos y siglos de una idea pensada por hombres que lo único que hacía e hizo fue colocar a la mujer en muchos peldaños abajo de la posición masculina, siempre privilegiada en cuanto ámbito pueda pensarse. Y hoy ya en el siglo XXI han habido muchos cambios y avances pero la deuda sigue siendo muy grande, y eso se puede observar a simple vista si prendemos la tele y la consigna es #NiUnaMenos.
Seguramente la situación no cambiará de un día para el otro como por arte de magia, porque revertir esta situación depende de nosotros, de tomar conciencia y educar que las mujeres también somos personas, ni menos ni más que nadie. Que no es nuestro ámbito exclusivo el del hogar y la cocina. Que podemos optar por no querer ser madres, ni que el sueño es casarnos; de que si alguna dijo NO eso es lo que significa y no querer forzarla a nada. O que si en cambio "fue al frente" eso no la hace menos mujer o una puta o merecedora de que la violen y luego la maten. Que si se enamoró de otra mujer no necesita de un hombre para que cambie de "opinión" porque no encontró al indicado. Que si quiere vestirse de la manera que más le plazca no sea vista como objeto sexual ni se indague qué llevaba puesto cuando decidieron llevársela, drogarla, violarla...matarla. Que ingrese a un puesto laboral por su idoneidad y no porque el jefe la ingresó y ascendió con otras intenciones. Que pueda ser independiente personal y económicamente sin estar atada y a merced de un hombre violento del cual dependen tanto ella como sus hijos. Que sean escuchadas, atendidas, protegidas por todos los organismos e instituciones. Que no queden desamparadas y con miedo a una muerte que se puede evitar. Que dejen de sumarse muertes que no hacen más que restar en la sociedad en la que vivimos. Que éste sea el inicio para dar fin a tanto sufrimiento, no sólo por el tuvieron que pasar todas estas chicas sino sus familias, las que no volverán a ser las mismas porque ya no están ni estarán. Que nunca más seamos #NiUnaMenos.
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